mercado dominical en cangas de onís
HISTORIAS PEQUEÑAS 4: De cajas y secretos.
Aquella era una buena tarde para ordenar las cajas en las que guardar los secretos. Fue complicado ponernos de acuerdo: ¿primero los colores o el tamaño de las cajas?. Como no importa, el tamaño quedó descartado. Las tardes siguientes las pasamos discutiendo sobre qué colores eran para cada uno, qué compartimento nos correspondía y por qué. En un intento de acercar posturas decidimos enumerar los secretos: nos salían tres o cuatro a cada uno. Demasiadas cajas para tan pocos secretos, así que optamos por meterlos todos en la caja blanca con letras del estante superior. Y allí siguen, supongo que están cómodos: casi nunca salen.
7 comentarios:
Bueno, realmente si nos ponemos a pensar un poco seguro que nos salen secretos de todos los colores y suficientes para llenar las cajas. Mis secretos no son muy grandes pero cada día me salen 5 ó 6 secretillos, aunque a veces se repiten. Saludos.
Los secretos que se acomodan se olvidan y ya no son secretos
El secreto mayor es el de todas esas cajas vacías.
Me encanta la foto. Tengo la impresión de que de algún modo intentas fotografiar la espalda del mundo. Y lo consigues.
Bonita historia para acompañar esta imagen!!
Pues yo creo que para ordenar cajas, el tamaño sí importa y hay que colocar las grandes abajo, llenas de los secretos más recónditos.
Al ordenar los secretos dejan de ser secretos.
Siempre quedarán lo secretos auténticos.
Los secretos que se cuentan no son secretos. ☂☂
ola
pokitin a pokitin vas dando forma a un llibru(kosa mia eh¡¡¡¡),semeyes precioses kon unos komentarios ke nun te dexen inyferente
un saludu ta llueu
Publicar un comentario