10 de diciembre de 2011

el vigilante de cherbourg



























Los domingos cierran al tráfico las calles principales y hacen juegos tradicionales. Algunas tiendas venden postales y en los bares hay gente animada que bebe cerveza. En la plaza principal instalan grandes tableros para compartir comida y hay puestos donde venden queso y pollo asado. El Odeon pone películas de Almodóvar. Nunca te encuentras con Catherine Deneuve. Hay un bar con tipos curtidos que fuman en la terraza y enfrente una barbería. Mientras miras el escaparate los tipos curtidos que fuman se rien y dicen ¡oh mon dieu!. Te vas.  Cuando te dispones a meter las monedas en la máquina del parking, una voz grita: ¡monsieur, monsieur... il est gratuit...gratuit! y miras desconcertado buscando al vigilante.

1 comentario:

Edward Gryffindor dijo...

De nuevo en la brecha. Curiosa imagen e ingenioso texto; y por supuesto, que apoyo al centro Niemeyer. Saludos