Ya no recuerdo la última partida de futbolín que jugamos en la sala de Hortensia. Casi no recuerdo el local en el que hoy se vende ropa, creo.
Nunca fui un gran jugador de futbolín, si jugaba atrás no sabía cubrir, y si juga en ataque el contrario cubría todos los huecos. Y, sin embargo el momento, la partida, era excitante.
Un duro en la ranura y la bola saltaba al terreno de juego. Joder! cubre bien... no tienes ni puta idea...
Hay partida.
A esos no los gana nadie, vamos a perder.
Que más da, hay partida....pide un Fortuna, no mejor Lucky...
Yo quiero un pinchu...
¿Quedamos mañana?
no sé...bueno vale,
¿en la sala?
claro.
El otro día dando una vuelta por el parque estuve un rato mirando el fútbolín. No había nadie. Nadie pedía partida. Ya no hay duros y no se puede fumar.
Me acordé de vosotros.
Será el otoño.
6 comentarios:
Quizás aquella melodía martilleante de la bola contra el jugador y las bandas haya marcado, no se de que manera, nuestra propia percepción de lo que ye pasalo bien y no se aburrir. La próxima vez que nos juntemos hay que ir a jugar. Aunque Fernando nos catalogue de tiernos y poperos, todavía hay partida.
Yo cubría razonablemente, alante era negau. Y también (casi) tengo perdíu el recuerdu de la "sala" de Hortensia (¿los futbolines eren cubiertos?).
¡Hay partía!
Tranquilos, que yo tambien tengo momentos pa la ternura, y tambien pa la ternera,(Por cierto, dicen que se jubila Chus el de la Mina, y cierra) pero nunca me gusto el futbol, ni tampoco el futbolin, aunque jugue, como to dios, que remediu, y a pesar de todo, tovia me acuedro de les maquines de petacos de Hortensia y el Jefe, y de Miguel Leon...
Ya somos cuatro, ahora sólo falta la bola y quedar un día.
Bonita foto, la lluvia le da un toque muy melancolico...
Slds
Muchas gracias por vuestros comentarios.
Tatiana, gracias también, y espero que no sea tu última visita.
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