Tampoco ye pa tanto, una visita a un cementeriu ye como abrir un llibru, cada lápida ye la historia de una muyer o de un hombre, tamien de les families, de los pueblos... son el reflejo de la paz absoluta (a mi modo de ver, claro).
Una puerta puede ser sugerente pero tal vez lo sea más una ventana; al fin y al cabo aquéllas sirven para entrar en misterios (que no sabremos nunca si son insondables) mientras que éstas son una invitación al infinito. No es que uno abomine de lo lúgubre y tenebroso -arrieritos somos- pero puestos a elegir resulta más convicente la aventura que ese "reflejo de la paz absoluta" (por cierto ¿estás seguro de eso?). Y no es por enrollarme mal (además no me queda mucho tiempo ya en el ciber) pero
(perdón, perdón, se me "escapó" el texto sin quererlo. Sigo, brevemente) ... pero las historias de hombres y mujeres, de familias y de pueblos, nadie ha podido escribirlas fielmente nunca. Nunca. La historia (toda historia) es siempre una invención subjetiva, un cúmulo de datos que cada cual puede utilizar como quiera incluyendo datos reales, fantasías, ensoñaciones y muchas falsedades. Saludos cordiales ANÓNIMO
...acaba de empezar la historia de una foto, en la que se refleja la historia particular de cada uno de los nombres que, aunque no podamos leer, indican quien o quienes están detrás: historias particulares que juntas, subjetiva u objetivamente, van rellenando páginas. ¿Puerta o ventana?, la ventana, en definitiva, no es más que una puerta pequeña, ambas invitan al viaje...
7 comentarios:
uyyy... dame un pocu mieu. Yo quiero saliiirrr de aaaquiiiii....
Tampoco ye pa tanto, una visita a un cementeriu ye como abrir un llibru, cada lápida ye la historia de una muyer o de un hombre, tamien de les families, de los pueblos... son el reflejo de la paz absoluta (a mi modo de ver, claro).
Pero cógente por los pelos y nun te dejen salir. Además están los fuegos fatuuooosss.........
Una puerta puede ser sugerente pero tal vez lo sea más una ventana; al fin y al cabo aquéllas sirven para entrar en misterios (que no sabremos nunca si son insondables) mientras que éstas son una invitación al infinito. No es que uno abomine de lo lúgubre y tenebroso -arrieritos somos- pero puestos a elegir resulta más convicente la aventura que ese "reflejo de la paz absoluta" (por cierto ¿estás seguro de eso?).
Y no es por enrollarme mal (además no me queda mucho tiempo ya en el ciber) pero
(perdón, perdón, se me "escapó" el texto sin quererlo. Sigo, brevemente)
... pero las historias de hombres y mujeres, de familias y de pueblos, nadie ha podido escribirlas fielmente nunca. Nunca. La historia (toda historia) es siempre una invención subjetiva, un cúmulo de datos que cada cual puede utilizar como quiera incluyendo datos reales, fantasías, ensoñaciones y muchas falsedades. Saludos cordiales
ANÓNIMO
Y luego dicen que con la muerte todo se acaba...si si, acaba de empezar.
...acaba de empezar la historia de una foto, en la que se refleja la historia particular de cada uno de los nombres que, aunque no podamos leer, indican quien o quienes están detrás: historias particulares que juntas, subjetiva u objetivamente, van rellenando páginas.
¿Puerta o ventana?, la ventana, en definitiva, no es más que una puerta pequeña, ambas invitan al viaje...
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